El abuso a niños y niñas es cada vez mas frecuente y esta en la prensa casi a diario. Los gobiernos, las organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos, debemos que desempeñar un papel activo en la prevención y erradicación del abuso infantil y en la promoción de los derechos del niño/a.
Debemos contribuir a la concientización sobre esta problemática y aportar sugerencias para hacer frente a los efectos del abuso y poner fin a tales prácticas aberrantes, que siempre tienen consecuencias negativas no sólo inmediatas, sino también a largo plazo
¿Qué es abuso el abuso infantil?
Decimos que hay abuso infantil cuando un adulto causa, o amenaza causar, daño físico o psíquico a una niña o un niño. Incluye abuso físico, sexual y emocional.
¿Quiénes son los abusadores?
Los/as abusadores casi siempre son personas conocidas por los/as niños(as. Suelen ser miembros de la familia, amigos, vecinos. El abuso ocurre en todos los sectores socio económicos, raciales, étnicos y religiosos.
Las consecuencias del abuso infantil
Quienes han sido víctimas de abuso infantil presentan diferentes manifestaciones según la gravedad del abuso en si mismo, la permanencia del hecho en el tiempo, el vínculo que une al abusador/a con la niña o niño, las características defensivas de la víctima, la reacción de la persona allegada ante el relato del abuso hecho por la niña o niño y de las posibilidades de posterior respaldo para viabilizar la total recuperación de la víctima.
Muchas veces no hay daño físico, sin embargo el daño se produce por la violación de la relación entre el niño/a y el abusador, y suele tener consecuencias no sólo inmediatas, sino también a largo plazo.
El abuso y la negligencia suelen producir a corto plazo:
- sentimientos de culpabilidad
- desequilibrios emocionales
- distorsiones en la autoestima
- dificultades en el establecimiento o mantención de vínculos afectivos
- problemas de conducta
- bajo rendimiento escolar
- vulnerabilidad a volver a ser abusado
- depresión
- conductas autodestructivas
- abandono del hogar
- violencia
- abuso de sustancias tóxicas, etc.
La negligencia incluye falta de atención, inadecuada atención física, psicológica y/o educativa y el abandono.
Las consecuencias del abuso:
- La gran mayoría de los abusadores de niños/as, fueron ellos mismos abusados durante su niñez
- 80% de las niñas y niños que se fugan de sus casas citan el abuso como causa
- La mayoría de las personas que ejercen la prostitución fueron abusados sexualmente
No todos los/as que fueron abusados/as en su niñez llegan a tener problemas de esta magnitud, especialmente si recibieron atención profesional especializada. Sin embargo debemos saber que el abuso infantil impide que las niñas y los niñas alcancen el total desarrollo de su potencial humano.
Las investigaciones indican que si se dispone de medios de prevención se pueden evitar los abusos.
Principios básicos de la prevención:
Padres, docentes y miembros de organizaciones de la sociedad civil, deben utilizar todas las herramientas a su alcance para evitar el abuso infantil, y además difundirlas, para que cada uno/a de nosotros/a desempeñe el papel que tiene en la prevención y en poner fin a esta situación.
Las niñas y los niños deben ser parte primordial en la educación para prevenir el abuso, pero:
- NO es necesario decirles qué es el abuso
- NI quiénes pueden ser los posibles ofensores
- NI cómo actúan, ni por qué lo hacen.
- NO necesitamos decirles que las personas que quieren podrían hacerle daño
SI es fundamental trabajar desde la prevención positiva, formando y capacitando a niñas y niños para que actúen con efectividad y por cuenta propia cuando se encuentren ante una situación potencialmente abusiva. Debemos enseñarles a pensar por si mismos y confiar en sus posibilidades.
LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS TIENEN DERECHO A LA SEGURIDAD SIN TEMOR
La mejor defensa contra el abuso es:
Las niñas y los niños que se encuentren ante circunstancias de riesgo necesitan tener claro que lo importante es detener o evitar lo que se les está pretendiendo hacer. En ese momento deben confiar en sus propias decisiones tanto como en que se les va a creer y respaldar. Necesitan:
• la confianza en su propias habilidades
• la capacidad de valorar y manejar con precisión diferentes situaciones
- saber dónde y cómo conseguir ayuda
- la certeza de que se les va a creer y apoyar
- confianza en sus padres
Prevenir el abuso infantil por personas que el niño/a ya conoce:
Capacitar a las niñas y los niños frente al abuso por parte de sus propios allegados es sumamente complejo por el doble daño infligido :.el abuso en sí mismo por una parte y la pérdida de confianza en quienes deposita sus afectos y debieran protegerlo por otra.
En estos casos el mensaje no intenta debilitar la seguridad que dichos vínculos puedan otorgarle, sino fortalecer su actitud en circunstancias de riesgo, indicándoles que:
- su cuerpo es suyo y tiene derecho a preservarlo de cualquier situación que le disguste, ante cualquiera que le incomode
- si alguien le “acaricia” de una forma que no le gusta, o de manera tal que le incomoda; igualmente si le parece mal o que sus padres no aprobarían, es correcto decir NO
- si la persona no detiene su intento le diga “lo voy a contar” y después lo cuente, igualmente si le dice que es un “secreto
- si algo semejante le preocupa que no lo calle nunca, lo comente cuantas veces sea necesario hasta que alguien le preste ayuda
Aún las niñas y los niños pequeños saben diferenciar las caricias que les gustan y aquellas que no.
La educación preventiva efectiva consiste en fortalecer permanentemente el vínculo de respeto entre personas a través de la práctica cotidiana de acciones en que se consideren sus legítimas elecciones. Este tipo de prevención incluye la representación de situaciones concretas en las que los/as niños/as asumen plenamente su posibilidad de decir NO.
Lo esencial de los programas en las aulas escolares es darles a los/as niños/as la oportunidad de practicar estas situaciones en las que puedan ejercen su derecho a negarse a propuestas no deseadas, para que puedan utilizarlas cuando lo crean necesario.
La seguridad con desconocidos:
Las chicas y los chicos necesitan saber que los/as desconocidos/as son personas que no forman parte de su entorno cercano y de afecto, pero con lo que se van a encontrar cada día de su vida, por ello es necesario que conozcan las reglas de seguridad que hay que seguir cuando están – aunque circunstancialmente – solos, sin un adulto de su confianza, por ejemplo jugando en el parque, vereda o jardín.
Los conceptos y reglas de seguridad cuando están con desconocidos son sencillas y precisas y deben enseñarse sin infundir temor, sino reforzando capacidades. Se pueden aplicar con niños/as desde los 3 años y deben ir adecuándose a medida que vayan creciendo.
- que se mantenga a un brazo de distancia. Esta es la distancia del brazo de un adulto más un paso atrás. Si la persona continúa acercándose, que continúe retrocediendo para mantener “el círculo de protección” de un brazo de distancia,
- que no hable a la persona aunque le haga preguntas, trate de entrar en conversación con él o le pida ayuda – si quiere en ese caso ayudar a quien se lo está pidiendo, que llame a un adulto de su confianza para que le preste la ayuda -. Que aún cuando la persona sepa su nombre, eso no quiere decir que lo conoce,
- que no acepte nada que le de esa persona, ni siquiera si es algo suyo o de sus padres
- que no vaya a ningún lugar con esa persona que no conoce, aunque le diga que es una emergencia – en tal caso que llame a un adulto de confianza para que preste la ayuda –
- que si siente que algo no anda bien y comienza a sentir incomodidad, inseguridad o miedo, que retroceda unos pasos, de la vuelta y corra. Que haga cualquier cosa que pueda llamar la atención de otros que puedan protegerle. Que pida socorro.
Recordarles que los adultos no pueden saber que está en un problema si no les llama la atención y les solicita ayuda, que si el cumplimiento de alguna de estas reglas le da pudor o dudas porque teme dañar o herir a la persona que provocó inseguridad o temor, que piense que él – como adulto – sabrá comprender su reacción una vez aclarada la situación: ”no debe cuidar al adulto, debe cuidarse a si mismo”
* Todas estas reglas se pueden aprender sólo ejercitándolas como habilidades, practicándolas a través del ensayo de escenas y situaciones cotidianas y así proteger eficazmente a las niñas y niños.
Tal vez todo esto sea difícil de asumir para los padres.
Por eso es tan importante la efectiva participación de la ESCUELA en este proceso de prevención.
Cómo responder al niño/a que relata un abuso:
Relatar un abuso implica para una niña o niño una situación extremadamente compleja y conmovedora. Es fundamental entonces
- NO reaccionar exageradamente , porque lo que está necesitando es contención
- Se le debe ofrecer la oportunidad de que cuente – a su manera – todo lo ocurrido
- Es imprescindible oírlo, no “poner palabras en su boca”, no intentar “dirigir” con preguntas el relato, ni amenazar con hacer nada específico con el abusador
- ESCUCHAR
Una niña o niño que relata este tipo de hechos viene de una situación de mucha violencia, lo que necesita es respaldo para empezar a restablecer el equilibrio.
Se debe tener mucho cuidado en no hacerlo de ninguna manera responsable de ninguno de los aspectos que provocaron o posibilitaron el abuso. Tratándose de una niña o niño, las responsabilidades por todas y cualquiera de las circunstancias de un abuso son siempre del adulto.
Cuando una niña o un niño cuentan que lo están abusando comienza el proceso de recuperación y a partir de ahí es necesario buscar la ayuda de profesionales con experiencia para continuarlo el tratamiento.
NO es cierto que la niña o el niño va a olvidar el abuso si los adultos no lo hablan o no permiten al niño/a hablarlo.
El hecho sigue siendo una realidad para ellos/as y afectará todo aspecto de su vida, se hable o no del tema.
No se debe subestimar la necesidad de respaldar a la niña o niño en el proceso de recuperación completa.
RECORDEMOS:
* Casi sin excepción las niñas y niños no mienten con respecto al abuso, excepto para negar lo que efectivamente ocurrió
* La responsabilidad total de la ofensa recae sobre el ofensor, hágaselo saber a la niña o niño abusada/o
Denunciando sospechas de abuso o negligencia:
- la decisión de informar o denunciar el abuso es siempre difícil
- la mayoría de los casos de abuso proviene de una persona conocida de la niña o el niño
- el denunciar protege a la víctima y puede que resulta en ayuda profesional para el ofensor
- cualquiera puede denunciar un caso sospechoso de abuso o maltrato infantil
- es importante saber que l Ley no requiere la certeza antes de actuar la denuncia
- todo caso debe ser denunciado
- la Ley protege toda persona que hace una denuncia de buena fe – que significa la creencia honesta de que se está abusando de una niña o un niño –
CADA UNO/A DE NOSOTROS/A TIENE UN PAPEL QUE DESEMPEÑAR
¿Si un niño/a es maltratado/a y usted no lo denuncia, quien lo va a hacer?
Si logramos poner fin al abuso infantil contribuiremos a resolver muchos de estos problemas que hoy tenemos en nuestra sociedad.