“Unidos en la diversidad” fue la consigna que incluyó a grupos de de trabajo LGBT con docentes de pueblos indígenas que unieron sus actividades sectoriales para unirse en la acción por los derechos de las minorías. Los días 19 y 20 tuvieron lugar los eventos previos al 7mo Congreso Mundial de la Internacional de la Educación en Ottawa.
El foro “Unidos en la diversidad” reunió a grupos LGBT y pueblos indígenas para debatir sobre los derechos de las minorías, o en ocasiones mayorías, que no alcanzan a ejercer sus derechos plenamente.
Por primera vez en la historia de la Internacional de la Educación, ambos grupos se reunieron varias veces en plenario para intercambiar experiencias y buenas prácticas y tratar de aunar fuerzas.
Cada vez más, las organizaciones afiliadas de la Internacional de la Educación consideran que los temas de discriminación no pueden estar separados: están relacionados. Cada vez hay más países donde los gobiernos están creando comisiones únicas de igualdad que tratan todos los asuntos de diversidad incluyendo LGBT, minorías étnicas y otros y por lo tanto el sindicato debe diseñar estrategias efectivas para una perspectiva más holística de los temas de diversidad. No obstante, las organizaciones participantes identificaron numerosos desafíos a la hora de conseguir esta transversalidad en el reclamo de derechos.
Ello pasa por contribuir a la articulación de un lenguaje holístico que respete la identidad de cada uno de esos colectivos en sus luchas por afirmar su sentido de pertenencia sin menospreciar la plataforma específica de cada uno de los grupos.
Un espacio de revisión de prácticas sociales discriminatorias
Gabrielle Richard, académica de la Universidad de Montreal, mostró los resultados de una investigación con maestros y estudiantes LGBT en escuelas sobre qué es ser un estudiante LGBT en las escuelas. El trabajo “10 verdades” mostró que las escuelas no son lugares seguros para estudiantes LGBT. Además, demostró que los educadores necesitan formación específica para enfrentar las cuestiones de diversidad sexual en las escuelas y sobre cómo abordar estos asuntos en el marco de la comunidad educativa.
Durante un panel realizado en la reunión de grupos LGBT y educación Jose Carlos do Prado, secretario de derechos humanos de la CNTE/Brasil, resaltó que “la educación debe ser un espacio de construcción de nuevas prácticas sociales y saberes compartidos. La vida educativa no debe limitarse a la socialización formal de niñas, niños y jóvenes, sino incluir una experiencia de revisión y crítica de las prácticas sociales injustas y discriminatorias”.
Más acción y política sindical
La aperture de la reunión de pueblos originarios y educación se realizó con un discurso de la presidenta de la Internacional de la Educación, Susan Hopgood. Ella se preguntó si las organizaciones sindicales de la educación “estamos haciendo lo suficiente” para alcanzar una educación de calidad integral para las y los niños indígenas. “¿Podremos hacer más?” se preguntó Hopgood.
“Espero que más sindicatos tomen el llamado de Educación de Calidad para todos y todas, que es más que cobertura educativa, se trata de un currículo de calidad, educación bilingüe y multicultural, se trata de docentes de calidad que son parte de las propias comunidades indígenas”, aseguró Hopgood.
Por su parte, Haldis Host y madeleine kennedy-macfoy, presentaron el Plan de Acción sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas resultado de una encuesta hecha a las organizaciones miembro de la Internacional de la Educación de todas las regiones sobre el tema que busca concientizar sobre la necesidad de introducir perspectivas indígenas en educación pública.
Gladys Pajuelo, de SUTEP/Perú, participó del panel sobre pueblos indígenas y describió la compleja y diversa situación de América Latina.
Con pocas excepciones, la educación intercultural bilingüe no se ha desarrollado en la región, la calidad es muy baja, aseguró.
Existe, además, una cultura, de autodiscriminación generada por el modelo de familia y sociedad que se impone como aceptable y moderno y que genera que las familias no hablen sus idiomas originarios.
En Perú, relató Pajuelo, se realizaron libros en idiomas originarios pero no se reeditaron, supuestos casos de corrupción hicieron que se dejaran de editar.
Además, 15.000 maestros no formados fueron despedidos recientemente. De ellos 4.000 eran indígenas. Sin embargo, tuvieron que recontratarlos pues el sistema educativo quedó sin maestros bilingües.
Pajuelo reconoció que el trabajo sindical aún es mucho y que en SUTEP se está incorporando en la plataforma de lucha del sindicato. Esto se realiza junto al proceso que lleva adelante la Internacional de la Educación en América Latina en relación a pueblos originarios y educación en el que se busca generar un debate crítico y fructuoso que lleve a incorporar la temática indígena no solo a las comunidades indígenas, sino a toda la educación de la región.
Desigualdades
En ambas situaciones los relatos abundantes son de desigualdad, de discriminación y de carencias en las aulas de prácticas y políticas que lleven a la erradicación total de la discriminación.
En relación a la comunidad LGBT la desigualdad en términos legales prosigue. La investigación presentada en el foro demuestra que las consecuencias a corto y largo plazo para estudiantes y educadores LGBT son nefastas. Por eso resultan clave las políticas públicas y los sindicatos tienen un papel importante en esa transformación.
En relación a la discriminación a comunidades indígenas, que en algunas regiones son mayorías, no minorías, es un reto fundamental. Los sindicatos deben construir políticas que ayuden los agremiados a generar prácticas educativas que elimionan la discriminación. Además, debe trabajarse para que el saber indígena y sus costumbres no sean materia educativa sólo para las comunidades indígenas, sino que sea materia para toda la sociedad.