La fotografía retrata a los menores sometidos a una requisa inhumana: desnudos y en posición de cuclillas con los brazos cruzados en la espalda, además rodeados de perros y guardias.
Mariano Ibañez, quien se desempeñaba como Director de la Unidad de Menores al momento de la fotografía, es uno de los policías que queda retratado las aberrantes imágenes. La participación de Ibañez da cuenta de que este tipo de prácticas forma parte de la institución y no constituye, como suelen excusarse, una expresión aislada de violencia por parte de agentes de la fuerza. Esto es ni más ni menos que la expresión de la violencia institucional de las fuerzas de seguridad.
Estas imágenes de tortura y humillación demuestran como siguen enquistadas practicas que se presumen del pasado y aún forman parte del repertorio de acción de las policías. Sólo el repudio y la continuidad de la lucha por los derechos humanos conseguirán el nunca mas.
Rogelio De Leonardi
Secretario de Derechos Humanos
CTERA