«Cuando uno pone el corazón en la lucha, el tiempo no pesa.» «No abandonen la lucha, las Abuelas vamos a estar», animó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a los docentes en su lucha por la apertura de la paritaria nacional al visitar la Escuela Itinerante instalada frente al Congreso.
«No abandonen la lucha, las Abuelas vamos a estar», animó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a los docentes en su lucha por la apertura de la paritaria nacional al visitar la Escuela Itinerante instalada frente al Congreso.
La represión me pareció escalofriante y me dio dimensión de lo que es esta lucha», advirtió la titular de Abuelas, en referencia a la represión de la Policía de la Ciudad contra los docentes en el primer intento de instalar la escuela, a la que describió como «una inyección de ánimo».
«Estaba en mi casa viendo cómo se realizaba la instalación de la escuela, cuando observé la cantidad de policía que participó del operativo acorralando y golpeando a los docentes», recordó Carlotto, en diálogo con C5N, sobre la represión del domingo 9 de abril, y aseguró no comprender cómo en democracia se «pisotea la cabeza de quien tiene un delantal blanco y no reclama más que lo justo».
La referente de derechos humanos —que fue docente hasta que la dictadura la «obligó a dejar el delantal»— sostuvo que la misión de los maestros frente al «grado de violencia y represalia que hay del otro lado es llegar a los niños y adolescente todos los días y transformar cualquier acto agresivo en una caricia». «Desde acá se está peleando por la libertad cultural de nuestro país», sentenció la titular de Abuelas.
Carlotto, quien participó esta tarde de un acto en la Escuela Itinerante, ratificó el respaldo de las Abuelas de Plaza de Mayo a los gremios docentes y resaltó: «No podemos esperar de quien no tiene corazón, de los que piensan nada más que en el dólar, que les importe la escuela pública. Hay que responder que a nosotros sí nos importa y que este pueblo va a seguir luchando pacíficamente sin doblegarse. Cuando uno pone el corazón en la lucha, el tiempo no pesa».