La CTERA repudia el vergonzoso fallo de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán, que absolvió a los acusados de secuestrar y explotar sexualmente a Marita Verón. El fallo fue firmado por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. Consideramos que este veredicto desconoce las expectativas de una sociedad que, a lo largo de los últimos diez años, ha condenado a tratantes y prostituyentes.
Nuestro abrazo más cálido y acompañamiento a Susana Trimarco, madre de Marita, quien sostuvo el pedido de justicia de su hija desde su desaparición. Hacemos extensivo este saludo de cariño y fuerza a Micaela, la hija de Marita.
Susana emprendió la búsqueda de su hija en las redes de trata que atraviesan lo largo y ancho del país. Su trabajo le dio visibilidad social a esta cuestión, permitiendo vislumbrar las dimensiones de la trata de personas con fines de explotación sexual, revelando la participación de funcionarios públicos y fuerzas de seguridad en esos delitos. En este proceso se incrementaron las denuncias, se enriquecieron las leyes y recuperaron miles de niñas, niños y mujeres.
Desde esta entidad reiteramos nuestro rechazo a este fallo y expresamos nuestra preocupación ante otro caso de impunidad en el que se ven implicados altos funcionarios judiciales. El emblemático caso de Marita se suma a una extensa lista en la que las expectativas puestas en la justicia son incumplidas. Este caso, como aquellos, dan cuenta de un sector del poder judicial incapaz de realizar investigaciones exitosas, alimentando una profunda sensación de injusticia en la sociedad argentina