El pasado 7 y 8 de octubre, en las localidades de Villa Unión y la Rioja capital, se desarrollaron junto a la Asociación de Maestros Provinciales de la Rioja, las jornadas de Educación Sexual Integral con enfoque de género, de las cuales participaron docentes de todos los niveles y modalidades educativas.
Si bien muchos de los/as participantes ya habían transitado por espacios de formación, conocían los materiales y, en términos generales, tenían conocimiento de la existencia de la Ley Nacional de Educación Sexual Integral Nº 26.150, las experiencias resultaron ser sumamente novedosas y constructivas.
Sin embargo, tanto en Villa Unión como en La Rioja capital se suscitaron debates en torno a nuestro rol docente y al derecho de nuestros/as alumnos/as a recibir Educación Sexual Integral, que expresan la necesidad de continuar trabajando en el abordaje de estos temas.
En ambas jornadas, prevaleció la importancia del conocimiento del marco legal como herramienta fundamental en la cual respaldarse para llevar a cabo la labor docente; visualizando también las múltiples dimensiones que atraviesan la sexualidad (afectividad, cuerpo y salud, derecho, diversidad).
A la vez, muchos y muchas docentes aceptaron el desafío de explorar sus propias prácticas, sentires y prejuicios en relación a estos temas, trabajando también en otros tópicos. Por ejemplo, aquello que hace al género (vínculos entre varones y mujeres dentro y fuera de la escuela, violencias, etc.), el placer y las orientaciones sexuales.
En este sentido, cabe subrayar que los temas centrales abordados en la jornada llevada a cabo en La Rioja fueron el respeto por la diversidad, tanto sexual como cultural y el rechazo a toda forma de discriminación en el ejercicio de la sexualidad, tomando en cuenta las cosmovisiones de los/as alumnos/as provenientes de los pueblos originarios (comunidad quechua) y el modo de actuar ante situaciones de vulneración de derechos.
La organización de espacios para la formación y reflexión en Educación Sexual Integral es una dimensión imprescindible para garantizar el derecho de nuestros niños, niñas y adolescentes a vivir una sexualidad plena, sin dolores ni violencias.