Así lo expresó el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, al cerrar un multitudinario acto que reunió a más de siete mil trabajadores y trabajadoras de distintas organizaciones populares en la Ciudad de Buenos Aires.
Bajo el sol abrazador del estrenado verano porteño, miles de trabajadores y trabajadoras de la Central se movilizaron ayer hacia el Congreso nacional para exigir a los representantes legislativos el tratamiento de un paquete de leyes que apuntan a un blindaje social. El mismo incluye: la prohibición de los despidos sin causa; la creación un Seguro de Empleo y Formación universal -histórico reclamo de la Central y del FRENAPO-; la revisión de la formula de la movilidad jubilatoria; la protección de los puestos de trabajo en las empresas recuperadas, y por último convertir en ley el fallo de la Corte Suprema de Justicia de noviembre de 2008 para garantizar la libertad y democracia sindical.
Minutos después de las 14, la nutrida columna marchó por la Avenida Entre Ríos hasta el Palacio Legislativo. Estaban los trabajadores docentes de UTE, SUTEBA y AMSAFE; la CTA santafesina; los trabajadores del neumático del SUTNA; actores de la AAA; pilotos de UALA; aeronáuticos de APA; trabajadores de la industria del cine del SICA; docentes universitarios de la CONADU; representantes de las juntas internas de ATE del Hospital de Clínicas y del Posadas; judiciales de la AJB; la Juventud de la CTA; una delegación de la CTA Formosa y también de la Central marplatense, que incluía a los trabajadores de seguridad y fileteros del pescado. Además, se sumaron de distintas organizaciones sociales y terriroriales como la Tupac Amaru; el Movimiento Barrial Bonaerense; el Frente Transversal; el Movimiento Territorial Liberación de la provincia de Buenos Aires; el Movimiento Marcha Grande y también Patria Grande, entre otros.
Ya sobre la Avenida Rivadavia se reunió la cabecera de la columna sobre el palco y comenzó el acto central de la jornada. Los diputados Edgardo Depetri, Martín Sabatella, y Vilma Ibarra estuvieron presentes allí junto a los dirigentes de la CTA y de las distintas organizaciones convocantes. El primer saludo llegó de Sandra Rodríguez, esposa del maestro neuquino asesinado en 2007, Carlos Fuentealba. “Quiero dejar mi saludo a todos los que están hoy aquí, que hicieron posible que el asesino Poblete cumpla cadena perpetua por ser el responsable material del asesinato de Carlos”, comenzó. Y agregó: “Tenemos que dar un paso para que la justicia sea completa, y para que Sobisch sea condenado como máximo responsable de la brutal represión en Arroyito donde murió mi marido. Sigo contando con ustedes en esta lucha que para mi sí es posible”.
Las voces de la marcha:
Daniel Barragán, secretario administrativo de la CTA y representante del MBB, reconoció que “es un orgullo estar acá” y que “estamos en este acto porque siempre estuvimos. Porque tenemos el derecho y la obligación de seguir estando. Y porque todavía falta más trabajo, un plan de salud que nos abarque a todos, un plan de vivienda popular. Porque ahora es cuando hay que profundizar este proceso. Y eso se hace movilizados”.
Otro de los oradores fue José María Urreli, del MTL, quien reconoció: “nos sentimos identificados con nuestra clase, porque nuestra suerte está ligada a la lucha de esta Central. Y por eso estamos acá, pidiendo libertad sindical y distribución de la riqueza”. A su turno, Edgardo Depetri, saludó la marcha y enfatizó: “La CTA es nuestra principal herramienta política de la clase trabajadora. Y por eso tenemos que estar acá, movilizados, porque queremos que nuestros hijos coman en sus casas, con sus padres; porque no queremos planes sociales, sino trabajo digno; y porque necesitamos más distribución del ingreso con un Estado que intervenga cada vez más en el mercado”.
Los representantes de los trabajadores del Subte de Buenos Aires. “Estamos acá con los compañeros que durante años enfrentaron el modelo de hambre de los 90, que se impuso con la complicidad del sindicalismo empresarial”, dijo Beto Pianelli. Y concluyó: “Nosotros, que tenemos la suerte de tener trabajo, estamos acá por los derechos de todos. Y por eso vamos a defender el derecho al reconocimiento y a la libertad y la democracia sindical”.
“El eje central de la agenda”
El cierre del acto estuvo a cargo del titular de la CTA, Hugo Yasky. El dirigente comenzó diciendo: “Me siento orgulloso de ser el secretario general de la CTA, que hace 18 años dijo algo que parecía una herejía: Hay que expresar a los compañeros sin trabajo, a los movimientos sociales y barriales. Dijimos que teníamos que ser autónomos para luchar contra el neoliberalismo y todos estos años dimos prueba de lo que podíamos hacer. Por eso estoy orgulloso de nuestra Central”.
“Venimos hoy a decirles a los diputados que queremos que el Congreso incorpore como eje central la agenda social. Y por eso presentamos este conjunto de proyectos que conforman un blindaje social. Porque, como dijo Milagro, queremos la paz social, pero con los compañeros trabajando, no con el autoritarismo o la criminalización de la protesta”, indicó luego. Y agregó: “Nosotros no pedimos, como los empresarios, un buen clima de negocios. Nosotros decimos que ellos fueron los que hicieron negocios en los 90 y que nosotros los que los pagamos con hambre y desocupación. Por eso decimos que el clima tiene que ser de justicia social y de dignidad”.
Además, respondió a “aquellos que quieren imponer mandatos y representaciones en los sindicatos” cuando enfatizó: “sepan que empezó la cuenta regresiva de un nuevo modelo sindical”. Y recordó: “Hace unos días, en la Cumbre Sindical de Montevideo dijimos que nos comprometíamos a seguir trabajando por la unidad del campo popular. Y eso es lo que estamos haciendo aquí todos los días. Porque somos autónomos de los gobiernos de turno. Y porque no somos correa de transmisión de los partidos políticos. Somos autónomos, pero no neutrales. Y por eso estamos movilizados”.