La Escuela y el Fútbol. Nota Opinión de Sonia Alesso

Publicada en el portal «El Cohete a la Luna» domingo 18 de octubre.

En estos días ante la noticia, seguramente muy esperada, de la vuelta del campeonato de fútbol se reeditó en los medios de comunicación hegemónicos el “clamor” por la “vuelta” a clases.

Algunos se preguntan: si vuelve el fútbol, ¿cómo no van a volver las clases?”

Este pedido es instalado con total falta de seriedad, como si fuera asimilable el fútbol a la escuela.

En este punto el primer error que necesita ser aclarado es que no se puede hablar de vuelta a clases cuando, desde el primer día del aislamiento social preventivo y obligatorio resuelto por el Estado nacional con el fin de cuidar la salud de todas y todos los argentinos, las escuelas cambiaron su forma de funcionamiento pero nunca dejaron de trabajar.

Las clases nunca dejaron de existir, las maestras, maestros, profesoras y profesores estuvieron desde el comienzo de la Pandemia utilizando todos los medios a su alcance para que las niñas, niños y jóvenes accedieran a los contenidos pedagógicos, con recursos tecnológicos, repartiendo cuadernillos, creando e inventando sobre la marcha las mejores formas de llegar a los estudiantes, conociendo como muchos el Zoom y otras maneras de enseñar. Esto con todas las dificultades de una situación inédita y poniendo al servicio de su trabajo medios propios.

¿Los funcionarios y los comunicadores saben que fuimos nosotros los que pagamos teléfono, conectividad?

¿Saben que en un 70 %, 75 % los docentes son, somos, mujeres con familia a cargo, que además de la tarea de enseñanza aprendizaje seguimos con las tareas diarias?

¿Saben de la sobre carga laboral que tuvimos todos estos meses?

Seguramente además de los, las docentes pueden dar bien cuenta de esta situación las familias que, desde el primer día recibieron tareas, clases virtuales, cuadernillos y hasta programas de radio a través de los que se garantizó la continuidad pedagógica.

Primera cuestión desmontada entonces no puede pedirse la “vuelta a clases” cuando estas nunca se interrumpieron.

Segunda cuestión: ¿es asimilable el campeonato de fútbol al ciclo lectivo? Nadie podría decir que es lo mismo Las condiciones materiales en las que puede jugarse un partido de fútbol, los protocolos a aplicar no tienen ninguna comparación posible con la reanudación del ciclo lectivo presencial.

¿Realmente piensan que 22 jugadores en espacios abiertos, con instalaciones adecuadas, con revisación sanitaria constante, es lo mismo que 20, 25, 30, 35 chicos en un espacio reducido, con escuelas, muchas de ellas, en malas condiciones edilicias?

En este punto podríamos hablar también de sentidos: el fútbol profesional, con su lógica de entretenimiento, ¿es lo mismo que la escuela?

Hace una semana, CTERA realizó un Conversatorio Virtual con los dirigentes sindicales docentes Manuela Mendonca de  FRENPROF de Portugal, Francisco García y Cuqui Vera  de FECCOO de España, Odile Cordelier de SNES de Francia y Nicolás Richards de la  Internacional de la Educación. Se comentó de primera mano la experiencia de los países  en que las autoridades nacionales o jurisdiccionales apuraron al regreso a las clases en forma presencial y luego tuvieron que retroceder, cerrar escuelas, porque se habían multiplicado los contagios, favoreciendo un nuevo brote.

Tercera cuestión: ¿somos los sindicatos docentes, como titulan los medios hegemónicos, quienes nos oponemos al regreso a las clases presenciales?

Una verdad mal contada es una mentira

El 4 de junio, CTERA, junto a los otros cuatro sindicatos nacionales, el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Federal de Educación, firmaron un Acta Paritaria Nacional donde se especificaba el Protocolo para la vuelta a clases en forma presencial. Este Protocolo estuvo asesorado por sanitaristas y epidemiólogos destacados. Es decir, hace cuatro meses estábamos pensando protocolos para una presencialidad posible, sin dejar de pensar en cuidar la salud y la vida de todas y todos los integrantes de las comunidades educativas, estamos hablando de miles y miles de niñas, niños y jóvenes, de docentes, de auxiliares, de familias que se trasladarán para llevarlos y volverlos a buscar a la escuela, en distintas condiciones y geografías

CTERA fue muy clara desde el primer momento: la vuelta a clases en forma presencial debe darse cuando haya nulo o bajo nivel de contagios, cuando las escuelas estén en condiciones sanitarias y epidemiológicas adecuadas, cuando haya insumos de higiene y personal suficiente. Ni las puestas en escena en patios abiertos con algunas sombrillas, ni los famosos semáforos pueden tomarse en serio.

Quienes agitan el tema de la vuelta a la presencialidad lo hacen en forma irresponsable y adjudicándose representaciones que no les corresponden, por ejemplo la de las familias, cuando es público y evidente que las familias están preocupadas por los riesgos a los que podrían ser sometidos sus hijos e hijas más que ninguna otra cosa. O la representación de las infancias más vulnerables para las que no piden mejores condiciones de vida sino que plantean empujarlas a riesgos innecesarios, mientras propagandizan desde sus medios las opciones de educación paga para el que puede.

Es el momento de abrir un debate serio sobre las condiciones de enseñar y aprender, sobre la inversión educativa, los edificios escolares, la desigualdad. Por eso exigimos a los gobiernos nacional y provinciales la provisión urgente de conectividad y equipamiento tecnológico a estudiantes y docentes para garantizar la continuidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, ya que garantizar el derecho a la educación hoy, es garantizar la provisión de los recursos para hacerlo posible.

Entonces, exigimos seriedad para hablar de la vuelta a la presencialidad, de las condiciones sanitarias y objetivas para que sea posible en el momento en que no signifique un riesgo para la vida ni la salud.

Hablemos de educación, de garantizar derechos y no nos dejemos arrastrar a los falsos planteos de sectores políticos y mediáticos que, o no comprenden lo que el mundo está viviendo, o siguen la línea de Trump y Bolsonaro de privilegiar la economía por sobre la salud.

Educación siempre, educación para todos y todas, debates serios que defiendan a nuestras infancias y juventudes, los niños, niñas y jóvenes de nuestra patria merecen nuestro cuidado.

Sonia Alesso

Secretaria Generl de CTERA