1º de Diciembre : Educar es prevenir, Internacional de la Educación América Latina

En materia de prevención del VIH SIDA, los sindicatos de la educación son fundamentales en la socialización del conocimiento y la transformación de la visión social en relación a la pandemia, al ofrecer herramientas para la prevención en las escuelas, los sindicatos, comunidades y demandando ante los estados la aplicación de políticas públicas adecuadas.

Desde que se inició el proyecto IE/EPT/VIH SIDA, la perspectiva de trabajo implementada desde las organizaciones de IEAL ha sido lograr el fortalecimiento de la educación pública para la prevención, y que los sindicatos institucionalicen una política para atender la prevención de VIH SIDA en la región.

Incluir el tema de la prevención del VIH-SIDA en la agenda sindical es fundamental a la hora de ejercer un rol protagónico como interlocutores, fuente de debate y de propuesta de políticas públicas.
A medida que se avanza en el trabajo, docentes y sus sindicatos han liberado una gran tarea de cara a la falta de información, tabúes y dogmas. Por ello, para aumentar el impacto de los esfuerzos sindicales, se requiere aumentar la articulación con otros sectores sociales organizados, hacer un uso estratégico de los medios de comunicación, y fomentar la colaboración entre sindicatos de docentes y sus respectivos Ministerios de Educación y de Sanidad o Salud.

Los sindicatos de la educación involucrados en el Proyecto IE/EPT/VIH -SIDA también desarrollan una fuerte labor para incidir en el currículo y en las actividades escolares temas de educación sexual y la prevención de VIH y ETS.

Desde el punto de vista de fortalecimiento institucional, se capacita a dirigentes y dirigentes en formación y como cuadros de apoyo técnicos. Este mismo crecimiento profesional en capacitación, formación y actualización, permite que dirigentes y docentes involucradas e involucrados experimenten un cambio de actitud respecto al tema de VIH-SIDA.

Las organizaciones afiliadas a la IEAL, han constatado que los procesos de cambio de conciencia, para construir una cultura de prevención, toman un tiempo, pero también encuentran tierra fértil en los sindicatos, alumnado, cuerpo docente y comunidades en general. Por ello, el trabajo promete continuar creciendo y dando grandes resultados en América Latina.