Este lunes, organizaciones sociales, sindicales y políticas – entre ellas la CTERA y la CTA- nos movilizamos desde muy temprano frente a los Tribunales de Retiro, sobre la avenida Comodoro Py, donde se realizó la primera audiencia en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra.
Pronto la calle se llenó de banderas hasta quedar totalmente cortada y vallada, con una gran afluencia de militantes de los más diversos sectores.
El compañero Mariano Ferreyra luchaba contra la tercerización laboral en el ex-ferrocarril Roca y el 20 de octubre de 2010, fue baleado en el abdomen por integrantes de una patota sindical durante una protesta para la incorporación de “tercerizados” al plantel de ferroviarios. Mariano fue trasladado ante la insistencia de sus compañeros, que pararon una ambulancia y no obstante falleció. Otros tres compañeros suyos resultaron heridos, ellos son Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pinto, quienes integrarán la lista de los primeros testigos convocados para declarar. El juicio a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 21 se desarrolla en la sala AMIA, la más grande del edificio, dedicada a juicios orales y ubicada en el en el subsuelo de los tribunales federales de Comodoro Py 2002. Se prevé que serán alrededor de 350 los testigos, los cuales comenzarán a declarar recién la próxima semana, en un proceso que duraría más de cinco meses y tendría veredicto en el 2013. Así, se extenderá hasta el 28 de diciembre y ya se advirtió que, de ser necesario, seguirá en enero, durante la feria judicial de verano.
Desde temprano la sala de audiencias se colmó de público con la presencia en primera fila de familiares y allegados, entre ellos Pablo Ferreyra, hermano de Mariano. En las vísperas del juicio declaró que espera «una sentencia ejemplificadora», por su parte, Pablo manifestó su esperanza de que el juicio que ahora comienza sirva para debatir la tercerización laboral en la Argentina. En entrevista con Télam confesó sus expectativas respecto del juicio: «Ojalá que el juicio pueda provocar un debate serio, para diagnosticar la problemática de la tercerización laboral y que se pueda debatir, por ejemplo, sobre una legislación que la regule”. Las definiciones de Pablo van a la cuestión de fondo: «El quid del asesinato está en la pérdida económica y política (que se daría para los sindicalistas) si los empleados pasaban a planta».
Junto a la familia de Mariano, estaban Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora y el diputado Martín Sabatella, entre otros referentes políticos y sociales. A media mañana se sentaron en el estrado los jueces Diego Barroetaveña, Carlos Bossi, Horacio Díaz y la suplente Inés Cantisani. Luego entraron los imputados, entre ellos José Pedraza- Secretario General de la Unión Ferroviaria- y Juan Carlos “Gallego” Fernández, ambos procesados como “instigadores”. También el delegado de la ex línea Roca, Pablo Díaz, el “reclutador” del grupo que enfrentó a los manifestantes y a Cristian Favale, barrabrava acusado de homicidio y tentativa de homicidio, junto al guarda de tren Gabriel Sánchez. Sánchez y Favale están señalados de haber sido los autores de los disparos que causaron la muerte de Ferreyra e hirieron a otros manifestantes. El resto de los procesados son Armando Uño, Francisco Pipito, Claudio Arcorcel, Juan Carlos Pérez, Jorge González.
También se encuentran en el banquillo siete policías de la Federal, acusados de “liberar la zona” donde operó la patota de la Unión Ferroviaria. Los juzgados de esta fuerza serán el ex titular de la Superintendencia Metropolitana de la Policía Federal, comisario Hugo Lompizano y su segundo, Luis Alberto Echevarría además de Jorge Raúl Ferreyra, ex comisario de la División Roca; Gastón Conti, principal de la Dirección General de Operaciones; Rolando Garay, subcomisario de la comisaría 30; Luis Mansilla, comisario inspector jefe del Departamento de Control de Líneas; y David Villalba, agente de la División Exteriores de Video. Los policías, que inicialmente fueron procesados en una causa que se tramitó de manera separada, llegaron al juicio excarcelados.
Para la fiscalía, estos representantes de la fuerza de seguridad «permitieron que se llevaran adelante los hechos para el ataque», «omitieron evitar y no impidieron la conducta» de los agresores, y «permitieron que los autores huyeran», y «no tomaron imágenes de 13.33 a 13.39 horas» cuando ocurrió el ataque. Tanto la fiscalía como las querellas coincidieron en acusar a Pedraza, su segundo, Juan Carlos Fernández y el delegado gremial Pablo Díaz como supuestos instigadores de homicidio agravado con relación a Mariano Ferreyra y tres tentativas de homicidio agravado con relación a Rodríguez, Aguirre y Pintos, además de coacción contra periodistas.
La audiencia comenzó con más de dos horas de demora, así se inició pasadas las 11.30, con la lectura de duras acusaciones contra los diez detenidos por el homicidio y las tentativas de homicidio, y los siete policías federales juzgados por abandono de persona. Además, se rechazaron los ocho pedidos de nulidad del juicio oral y público, uno de ellos fue presentado por Oscar Igounet, abogado del empleado ferroviario Armando Uño. La lectura fue seguida desde su silla de ruedas por Elsa Rodríguez, herida gravemente ese día, quien llegó acompañada por su hija para retirarse antes del fin de la audiencia por sufrir un malestar.