La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina acompaña el pedido del pueblo riojano de anulación del contrato entre el gobierno de la Provincia de La Rioja y la empresa minera canadiense Osisko Mining Corporation. De esta misma manera manifiesta su apoyo a la vigilia que mantienen los vecinos de Chilecito y Famatina en Alto Carrizal en protesta por la instalación de la mina a cielo abierto que presenta enormes riesgos ambientales.
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina acompaña el pedido del pueblo riojano de anulación del contrato entre el gobierno de la Provincia de La Rioja y la empresa minera canadiense Osisko Mining Corporation. De esta misma manera manifiesta su apoyo a la vigilia que mantienen los vecinos de Chilecito y Famatina en Alto Carrizal en protesta por la instalación de la mina a cielo abierto que presenta enormes riesgos ambientales. Son estos una amenaza para el desarrollo de las principales actividades productivas de esa región de la provincia. Es por eso que urge en nuestro país debatir sobre un esquema normativo con eje en la protección del ambiente y el derecho a gozar de un ambiente sano.
El proyecto de Osisko Mining Co. en La Rioja no es un caso aislado, también otras empresas multinacionales han arribado a otras provincias, empujadas por las bajas regalías del país contempladas en una legislación minera de corte neoliberal. El avance de las multinacionales mineras en la región andina, todas ellas ligadas a los grandes del capital financiero, expresan además una estrategia del sector financiero ante la debacle global de este sector. Es por eso que estas manifestaciones populares han hecho visible la necesidad de un marco regulatorio que haga hincapié en la defensa soberana de los recursos naturales no renovables.
Expresamos, por último, nuestro enérgico repudio a las amenazas e intimidaciones dirigidas a los vecinos y vecinas que se manifiestan en oposición a la megaminería contaminante.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 26 de enero de 2012